
Las várices constituyen un serio problema que va mucho más allá del simple aspecto estético. Las várices representan una forma de insuficiencia venosa, que se inicia por un cierre deficiente de las válvulas presentes en las venas de los miembros inferiores. El peso de la columna de sangre que debería soportar un segmento, se traslada al segmento inferior, el cual se inflamará y dilatará, ocasionando las protrusiones que observamos a través de la piel. En la medida que fallen más válvulas, mayor será la extensión del cordón varicoso.
Las várices son un problema circulatorio que va afectando de manera crónica la nutrición y oxigenación de los tejidos en los miembros inferiores. Al inicio los síntomas pueden ser leves: pesadez en las piernas, calambres; en la medida que progresan, se pueden evidenciar desde los signos de alteración en la piel, cambios de coloración, elasticidad, hasta la aparición de una úlcera varicosa; la cual por estar sometida a un riego sanguíneo alterado, se convertirá en una herida complicada.
Ante las primeras manifestaciones de várices, consulte a su médico, él le indicará el tratamiento más adecuado para su caso.