Heridas

Las heridas son el resultado de una agresión que interrumpe la integridad de la piel, y que a veces puede afectar a los tejidos subyacentes. Pueden tener diversos orígenes. Son lesiones relativamente frecuentes en el día a día de una persona. La mayoría de ellas no son graves, pero algunas por su extensión, profundidad o cantidad de sangrado requieren de intervención médica.

Clasificación de las heridas

Las heridas pueden ser clasificadas considerando diferentes aspectos: según el objeto o mecanismo causante; de acuerdo a la profundidad; según la cicatrización; considerando el riesgo de infección; la integridad de la piel, o la gravedad.

Según el mecanismo causante

Cortante: Es ocasionada por un objeto cortante, como un cuchillo, un vidrio o un bisturí. En este tipo de heridas los bordes están limpios y definidos. En este tipo de heridas, el sangrado suele ser abundante.

Punzante: Es producida por un objeto punzante, como un clavo. La gravedad de la herida dependerá de la profundidad, de que otras estructuras hayan sido perforadas.

Contusa: Es ocasionada por el impacto de un objeto sobre la piel. En estas heridas, los bordes son irregulares y suelen acompañarse de un hematoma.

Por raspadura: Producidas por objetos con dientes o palas, como una trituradora de comida, o por el asfalto, cuando la piel se arrastra por él.

Por desgarro: Es producida por objetos con “dientes” en su parte cortante, como una motosierra. Los bordes son irregulares.

Según su profundidad

  • Superficial: Cuando solo atraviesa la piel.
  • Profunda: Cuando la herida atraviesa el tejido subcutáneo.
  • Penetrante: Cuando penetra una cavidad, como puede ser la boca.
  • Perforante: Cuando atraviesa el cuerpo, una herida de bala con orificio de salida.

Según la cicatrización

  • Aguda: En la que el período de cicatrización dura entre una y dos semanas.
  • Crónica: Son aquellas en las que el período de cicatrización se ve muy alargado por la presencia de otros factores como inflamación, diabetes, déficits vasculares, infecciones, etc.

Según su riesgo de infección

  • Limpia: Es la realizada en un entorno aséptico, por ejemplo en un quirófano.
  • Contaminada: Ha estado expuesta a bacterias un corto periodo de tiempo.
  • Sucia o infectada: Ha estado expuesta a bacterias un periodo largo de tiempo

Según la integridad de la piel

  • Abierta: Se observa la separación de los tejidos blandos de la piel. Estas lesiones tienden a infectarse con facilidad.
  • Cerrada: No se observa lesión aparente, pero hay hemorragia debajo de la piel, en cavidades o vísceras. Así, los tejidos dañados no están expuestos al exterior.

Según la gravedad

  • Este es un criterio que será establecido por el médico. Dependerá de las diferentes combinaciones que pueden darse con los factores anteriores. Extensión, profundidad, grado de contaminación, cantidad de sangramiento, tejidos y órganos involucrados serán considerados.

Complicaciones

Un porcentaje de heridas experimenta complicaciones. Durante el proceso de curación pueden producirse sangramientos, necrosis, dehiscencia de la sutura, hematomas e infecciones. Las infecciones y los hematomas producen hinchazón y aumento de la tensión en la herida suturada. La tensión reduce el aporte sanguíneo, por lo que la cicatrización es más lenta y puede incluso llegar a producirse la muerte celular, es decir, la necrosis, que es la complicación más grave de las heridas, tenga o no un origen quirúrgico.

Cicatrización

La cicatrización es un proceso fisiológico cuyo objetivo es el cierre completo de una herida. Se realiza por medio de reacciones e interacciones celulares, cuya proliferación y diferenciación esta mediada por citoquinas (sustancias que las células utilizan para comunicarse entre sí), liberadas al medio extracelular.

Las heridas quirúrgicas o accidentales son de corta evolución y se caracterizan por una curación completa en un tiempo aproximado de 6 semanas.

Por su parte, las heridas crónicas están acompañadas de una condición o patología como la diabetes, insuficiencias vasculares, cáncer, o la presión (úlceras por presión) que alarga el tiempo de cicatrización. Este tiempo alargado incrementa el riesgo de que la herida se infecte, complicando aún más el proceso de cicatrización.

Formas de Cicatrización

Primera intención: este es el que resulta en las heridas limpias o no contaminadas y ocurre cuando los bordes se han unido mediante una sutura o que las dimensiones de la herida han permitido hacerlo sin ella.  En ellas no se requiere la formación de grandes cantidades de tejidos, y usualmente las heridas que han cicatrizado por esta vía presentan una cicatriz final más estética.

Segunda intención: En estas heridas las pérdidas de tejidos han sido mayores. Cerrarlas a través de sutura favorecería la acumulación de líquidos dentro de la herida (seroma) los cuales son muy propensos a infectarse. Este tipo de cicatrización también ocurre en las heridas muy contaminadas o infectadas.

Fases de la Cicatrización

La cicatrización es un proceso dinámico que transcurre a lo largo de tres fases: inflamación, proliferación y maduración.

Inflamación: esta fase se inicia con el mismo momento en que se produce la herida, y tiene una duración aproximada de cuatro días. En las heridas que se acompañan de otras condiciones o procesos patológicos como, por ejemplo: diabetes o hipertensión, pueden tener una duración mucho más larga. Las principales funciones de esta fase son la hemostasia o detención del sangramiento en primer lugar, y la protección de la herida contra infecciones a través de los macrófagos (leucocitos), células de nuestro sistema inmune que llegan al sitio de la herida.

Proliferación: Esta fase, que generalmente dura dos semanas, está integrada por tres etapas que se hayan íntimamente relacionadas: granulación, epitelización y contracción. Con la granulación se inicia la revascularización de la zona. Los macrófagos presentes desde la fase de inflamación, secretan sustancias (citoquinas) que atraen a los fibroblastos al sitio de la herida. La acción conjunta de estas dos células y las citoquinas que secretan, estimulan la aparición de nuevos vasos sanguíneos (revascularización).

La etapa de epitelización está mediada por los queratinocitos. La función de estas células es la de regenerar una barrera contra la infección y la pérdida hidroelectrolítica. Existen una cantidad de factores que estimulan tanto la proliferación como la migración de los queratinocitos. La humedad en la herida es otro factor muy importante para estimular la epitelialización, mientras que las heridas secas epitelizan con mayor dificultad. Otros factores que influyen en esta etapa de epitelización son la presencia de bacterias, el exudado producido y el tejido necrótico. En esta etapa los productos de la línea Nanoskin® tiene una participación fundamental porque aportan las condiciones necesarias:

  • Crea una matriz extracelular que funciona como andamios que son utilizados por los queratinocitos para su migración.
  • Mantiene la humedad necesaria en el lecho de la herida, estimulando así la epitelización.
  •  Actúa como barrera protectora de emergencia (mientras los queratinocitos elaboran la propia) contra bacterias, controlando así las infecciones, presencias de exudados y tejido necrótico.

La etapa de contracción está caracterizada por la transformación de los fibroblastos a miofibroblastos, que tienen ahora una capacidad contráctil y aproximan los bordes de la herida de una manera más rápida. Este cambio en los fibroblastos también es originado por otra citoquina presente.

Maduración:

Maduración: esta fase también conocida como remodelación de la cicatriz, está caracterizada por el depósito de colágeno. De la buena organización de este colágeno dependerá la fuerza tensil de la cicatriz y su aspecto.

Las proteínas estructurales que se encuentran al principio de la formación de la cicatriz, la fibrina y la fibronectina serán remplazadas por otras, los proteoglicanos y glicosaminoglicanos que serán el soporte de la cicatriz final en donde se depositará finalmente el colágeno.

El colágeno a su vez también sufre cambios, ya que el que se deposita inicialmente es de tipo III, y este será reemplazado más tarde por el tipo I, que es el tipo que predomina en la piel sana.

Las cicatrices resultantes de todo el proceso pueden afectar la estética e influir sobre la autoestima de las personas afectadas, en ocasiones sin importar el sitio en que se encuentre la cicatriz, por esto es importante favorecer que el proceso de cicatrización se realice de la manera más eficiente posible.

Tratamiento

Las siguientes recomendaciones aplican a las heridas superficiales para las tratadas en el hogar, o de otro tipo, siempre y cuando hayan tenido una evaluación médica que las avale, por ejemplo las post operatorias.

  • Limpiar la herida con Nanoskin® Biogel Activador.
  • Cuando se realiza la cura de la herida es importante verificar la existencia de infección a través de signos como que la herida y su alrededor se tornen enrojecidos, calientes, haya cambio en el dolor, presencia de edema y de exudados purulentos. Ante la presencia de estos signos deberá someterse a evaluación médica.
  • Una vez limpia la herida colocar una delgada capa de Nanoskin® Soft que la abarque y cubrirla con un apósito de Nanoskin® ACT que deberá ser activado después de colocado, humedeciéndolo delicadamente con suero fisiológico.
  • La cicatriz recién formada en ocasiones “pica”. Esa picazón motiva un rascado que pondría en riesgo el proceso de cierre. La aplicación de Nanoskin® Intense Care alivia ese prurito, hidratando la nueva piel, y aumentando su resistencia.

También te puede interesar:

Artículos de Interes