La piel es el órgano más extenso del cuerpo, tiene una superficie media de 1,6m2 y un peso de aproximadamente 4 Kg. Está constituida por 3 niveles: la epidermis, la dermis (tejido conectivo) y el tejido graso (adiposo o subcutáneo).
La piel tiene múltiples funciones entre las que destacan la inmunológica y la función de barrera.
La función inmune se realiza por la inmunidad natural y la adaptada, nuestros sistemas de defensa.
La función barrera impide la entrada de sustancias u organismos desde el exterior y la pérdida de líquidos: plasma, suero, albúmina desde el interior. De igual manera, la piel ejerce la función de filtro de la radiación ultravioleta, las funciones vasculares nutritivas y reguladoras de temperatura, las funciones sensitivas, de comunicación y las funciones de relación.
Por todo esto, cualquier daño en ella, merece atención inmediata. Las alteraciones producidas por heridas, quemaduras, úlceras y abrasiones deben ser sanadas lo más rápido posible.